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FUNDACIÓN DEL CONVENTO DE SANTA CLARA

 

LOS PONCE DE LEÓN COMO NOBLES

A lo largo de los siglos XIV y XV, el proceso de delimitación de funciones y ámbitos de influencia entre monarquía y nobleza acentúa la necesidad de los linajes de hacerse presente en sus lugares señoriales, siendo la única vía posible la de fundaciones o refundaciones o dotaciones religiosas, entonces emblemas de la magnificencia, fortaleza y solidez de la institución señorial. Junto a las escasísimas fundaciones realizadas por los PONCE DE LEÓN de forma directa, los mismos participaron y estuvieron presentes en numerosos procesos fundacionales, prácticamente en todos aquellos que se produjeron en sus ámbitos señoriales. Además, la importancia que su participación tiene en el aspecto económico, hizo que numerosas fundaciones que ellos no realizaron les sean atribuidas. Claros ejemplos de estas intervenciones tardías es Santa Clara.

 

SANTA CLARA

Fue fundado en 1498 por dos hermanas viudas, Juana y Elvira González de Lucenilla y de Benjumea, hijas de Antonio González de Lucenilla y Catalina González de Benjumea. El solar que ocupaba dicho convento hasta su extinción era una HUERTA, situada a 200 pasos de la localidad, propiedad de Martín González Benjumea, que la donó a las cofundadoras de la institución. Este dato resulta de gran interés a la hora de establecer el límite de la estructura urbana de Marchena a comienzos del siglo XVI, momento en que se comienza a urbanizar el barrio de San Sebastián y la actual calle Santa Clara. Igualmente es destacable el efecto condicionante que su ubicación tendrá para conformar uno de los ejes más rectilíneos y amplios de toda la estructura urbana de la villa, al extenderse por una de las manzanas más importantes que componen la zona. A partir de la fundación, las donaciones de la casa ducal de Arcos se hacen frecuentes y miembros femeninos de la familia Ponce de León entran a formar parte de la clausura, institucionalizándose las aportaciones periódicas, pues se trataba del primer gran monasterio erigido en la zona urbana de Marchena. Del convento primitivo restaba el claustro de tradición mudéjar con arcos escarzanos y pilares poligonales, obra del momento inicial de la fundación, ya que a partir de Santa María de la Mota (obra del último 1/3 del siglo XIV) se define claramente una escuela de maestros alarifes y carpinteros de lo blando, que produjeran importantes obras en la villa como gran parte del desaparecido convento -claustro y coro-(artesonado y tribuna de Santa María, iglesia de San Juan, etc.), como demuestran los documentos gráficos conservados y algunos restos materiales presentes en colecciones privadas. Desgraciadamente fue destruido junto con toda la zona conventual en 1975. Dicho Convento albergó a las clarisas que estuvieron en la localidad hasta 1974 en que marcharán por penuria económica a estepa. Por lo tanto la iglesia es el único elemento conventual conservado, y ni siquiera completo, al ser demolido el coro, alto y bajo. Su utilización como capilla sirve de sede a la última cofradía histórica de la villa, la cual puede enmarcarse dentro del renacimiento cofradiero que se produce en el siglo XIX, y ha permitido, hasta el momento, su rehabilitación y nuevo uso. El templo es de una sola nave construido en ladrillo y mampostería que mantiene la estructura conventual primitiva: testero plano y planta de "cajón", única nave y coro a los pies del templo; es una tipología regularizada en las iglesias conventuales españolas desde el siglo XVI, y cuyo esquema es perpetuado a lo largo de los siglos XVII y XVIII, por su carácter práctico y funcional. Además posee presbiterio realzado por un gran arco triunfal apuntado peraltado, del que pende una gran lámpara de hierro. Sus cubiertas originales serían armaduras de madera de par y mudillo en la nave y ochavada en el presbiterio (restos de estas armaduras quedaban todavía cuando recientemente se acometió la remodelación de todo el presbiterio).En el periodo barroco se dispusieron una falsa bóveda de medio cañón con lunetos en la nave y una media naranja en el presbiterio, que alcanzó a ver el cronista Morales todavía en el siglo XIX, posteriormente sustituida por una bóveda ochavada de paño lisos sobre trompas, que ha llegado hasta nosotros. Los paños que conforman el octógono se recogen en uno concéntrico más pequeño plano donde se coloca la clave de madera dorada. A los pies del templo, resto del coro alto y de su importantísima celosía en madera, perteneciente, en su tiempo, a la comunidad para atender a las funciones litúrgicas, el cual se encuentra apoyado en ménsulas y en una columna de hierro fundido, fechado en 1765. Posee policromía y en él se puede leer: "CONCEBIDA SIN PECADO ORIGINAL".

 

A raíz del terremoto de Lisboa de 1755 (1 de noviembre de dicho año), que destruye dicha ciudad medieval y gran parte de la campiña sevillana, se debió rehacer la portada principal que está fechada el 1773, y que presenta rasgos estilísticos de ese momento: aparejo de ladrillo visto, columnas toscanas (= columnas dóricas con basa) adosadas, frontón partido y remate con hornacina que los ponen en relación con las obras de los Florindo. En ésta se alberga la imagen de Santa Clara, que daba nombre al convento y a la capilla actualmente. A ambos lados de esta hornacina aparecen dos vanos en los que se representan: un corazón inflamado coronado de llamas que simboliza el amor de Dios; que introducido por la compañía de Jesús, y en el otro vano, cinco llagas, que representan las heridas que sufrió Jesús en la pasión, y que posteriormente las vivió, sin crucifixión, el fundador de la orden franciscana. Por último, a los pies del templo, pero en la parte exterior, se coloca una espadaña, orientada hacia el norte; es moderna, de ladrillo, con dos vanos. En éstos, dos campanas: una en bronce, con inscripción: "SF DO ABAD ZA. SOR Mª DE LA PURIFICACIÓN. Sª Mª DEL BUEN SUCESO ORA PRO NOBIS". La otra, fechada en 1713, y con leyenda: "ALABADO SEA EL STMO. SACRAMENTO DEL ALTAR".

 

Bibliografía: Actas de las II jornadas sobre Historia de Marchena: "Marchena bajo los Ponce de León: formación y consolidación del señorío (siglos XIII-XVI)."Marchena, una villa de señorío a comienzos de la Edad Moderna (Juan Luis Ravé Prieto).

Información obtenida del informe de Jesús Curquejo tras la restauración de 1996.

 
Hermandad de la Humildad Marchena